Esa barriga prominente, dura y típicamente masculina, necesita un tratamiento acorde a su origen para conseguir los mejores resultados. Conoce la causa y aplica contenidos eficientes.
Aunque todos acumulamos grasa en esta zona del trono, no todas las personas la acumulan de la misma forma y por tanto no todas las estrategias deben ser iguales. La grasa puede acumularse de dos formas; intraabdominal (interna) dando forma a esa barriga dura y/o subcutánea (externa) apareciendo entonces una barriga blanda y con los típicos michelines.
Barriga dura, la más peligrosa
Es un tipo de barriga típicamente masculina. Son esas barrigas muy redondas y duras, al tocarlas parece un "balón", esta forma tan característica es debida a que la grasa se acumula intraabdominal, rodea a las vísceras, sobre todo al hígado aumentando el volumen abdominal y dilatando la pared del abdomen hacia fuera. No es esa barriga blanda que rebosa hacia los lados con los típicos michelines.
La mala noticia es que esta grasa está asociada a alteraciones cardiovasculares metabólicas, normalmente viene acompañada de hipertensión y triglicéridos elevados, la buena noticia es que se elimina de forma relativamente fácil, responde muy bien ante el ejercicio y una alimentación adecuada.
En esta imagen puedes observar cómo se va almacenando la grasa en la zona del abdomen, tanto en el interior, como en el exterior.
Plan antibarriga dura
Este tipo de grasa intraabdominal se acumula de forma lenta y progresiva y está muy determinada más que por la ingesta de grasa, por calorías excesivas que generalmente provienen de los azucares simples y el alcohol.
La "barriga cervecera"
Todos sabemos que una cerveza es muy saludable, pero no varios litros, además del alcohol que nos aporta calorías vacías, no olvidemos que la cerveza contiene hidratos de carbono. Todo esto supone una gran cantidad de calorías ingeridas que el organismo almacena en forma de grasa sobre todo alrededor del hígado, cuestión nada saludable ya que aparece como consecuencia la esteatosis hepática, también conocida como hígado graso, además de elevación de triglicéridos en sangre e hipertensión arterial, todo una bomba de relojería potencialmente peligrosa Así que el primer consejo es que comiences a eliminar combinados, y limitar la ingesta a solo una cerveza al día.
El ejercicio en estos casos no solo es importante para reducir la
barriga, sino también por salud. Representa una gran herramienta
terapéutica. En este caso, el volumen ocupado por la grasa en el abdomen
impide hacer abdominales, pero no te preocupes, tampoco los necesitas.
Para eliminar este tipo de barrigas no es cuestión de hacer series interminables de abdominales, es mucho más efectivo el trabajo cardiovascular y elevar el gasto metabólico.Todos sabemos que una cerveza es muy saludable, pero no varios litros, además del alcohol que nos aporta calorías vacías, no olvidemos que la cerveza contiene hidratos de carbono. Todo esto supone una gran cantidad de calorías ingeridas que el organismo almacena en forma de grasa sobre todo alrededor del hígado, cuestión nada saludable ya que aparece como consecuencia la esteatosis hepática, también conocida como hígado graso, además de elevación de triglicéridos en sangre e hipertensión arterial, todo una bomba de relojería potencialmente peligrosa Así que el primer consejo es que comiences a eliminar combinados, y limitar la ingesta a solo una cerveza al día.
Si tu barriga es muy prominente y tienes baja forma física, lo más seguro es que incluso ya tengas problemas de columna, la zona lumbar tiende a curvarse en exceso por el peso de la barriga que desplaza el centro de gravedad natural del cuerpo, así que ponerse a correr tampoco es la mejor opción. Comienza por largos paseos o monta en bici, no tendrás impactos y conseguirás quemar calorías al tiempo que mejoras tu nivel de forma física.
Si tu barriga aún no te impide ningún movimiento y no tienes un sobrepeso excesivo, la mejor opción es combinar el entrenamiento de fuerza con el trabajo cardiovascular. Realiza un circuito de tonificación con cargas moderadas y muchas repeticiones seguido de al menos 30 minutos de trabajo cardiovascular, los resultados serán muy rápidos y sorprendentes, por una parte quemas calorías y por otra elevas el consumo metabólico de tus músculos, tu cuerpo irá progresivamente consumiendo la grasa intaabdominal para responder a esta demanda.
Como orientación y conseguir un mínimo de carga de entrenamiento para ver resultados es realizar dos o tres veces a la semana tu circuito de fuerza, mientras que el trabajo cardiovascular debe alcanzar un volumen semanal entre dos y cuatro horas, puedes realizar 4 días 30 minutos, 3 días 40 minutos, 2 días 60 minutos... te resultará mucho más flexible y ameno que seguir un plan milimetrado.
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