Cada vez son más la cantidad de personas que eligen el running como su principal deporte. Muchos incluso, no han realizado ninguna otra actividad física, por lo cual su conocimiento con respecto a los dolores físicos o malestares temporales que puede generar un entrenamiento o competencia son pocos. Saber qué lesiones suele frecuentar el corredor (lo que no significa que te vaya a suceder), puede ayudarte a entender la manera de prevenirlas.

Ampollas en los pies:

Las ampollas en los pies son lesiones que comúnmente se producen en los corredores, por la reiteración del roce entre el calzado o las medias y la piel. Que te salga una ampolla se debe a un mecanismo de defensa del organismo para proteger la piel y poder acelerar la recuperación. La causa principal de la fricción es: las costuras duras, las arrugas de las medias, suelas que no se adaptan o la propia zapatilla. Si la piel se irrita durante un periodo de tiempo prolongado, se acumula fluido bajo la piel formando la ampolla.

Tendinitis aquílea:

El tendón de Aquiles conecta la parte posterior de la pierna al talón y su función es empujar el pie hacia abajo. Los músculos de la pantorrilla son los encargados de realizar la fuerza necesaria para pararse o caminar y el tendón de Aquiles los conecta con el talón.

La tendinitis aquílea se debe a una sobrecarga del tendón y sus principales causas son el incremento repentino de la cantidad o intensidad de entrenamiento, las superficies duras como el asfalto y la falta de elongación de los músculos de las pantorrillas, entre otros.

Juanete:

Un juanete es una protuberancia en la base del dedo gordo del pie y se forma cuando la articulación metatarsofalángica se tensa durante un período prolongado de tiempo, provocando que el primer metatarsofalángico se gire hacia afuera y que el dedo gordo del pie apunte hacia adentro.

La genética es la principal causa de la aparición de juanetes. Aunque no se puede hacer nada en este aspecto, sí que se pueden detectar los errores en la forma de pisar. Evitar o reducir la sobrecarga que se produce en la zona, ayudará a controlar y prevenir su aparición.

Fascitis plantar:

La fascia plantar es el tejido grueso en la planta del pie que conecta el calcáneo a los dedos y crea el arco del pie. La hinchazón o inflamación de este tejido se conoce como fascitis plantar. Existen numerosas causas que pueden provocar estas lesiones: el pie plano, correr largas distancias, cuesta abajo, en superficies irregulares, el sobrepeso, la tensión excesiva en el tendón de Aquiles, por citar algunas.

Esguince de tobillo:

Sufrir un esguince de tobillo es una de las lesiones más frecuentes que pueden tener los corredores, ya que les puede ocurrir si están en un entrenamiento o en la vida cotidiana. Una mala pisada provoca la elongación de los ligamentos que rodean el tobillo y se produce la lesión.

El tobillo es la articulación formada por la unión del pie y la pierna, y en su conjunto constituye una de las estructuras corporales más complejas del cuerpo (integrada por huesos, ligamentos y músculos), con diferentes rangos de movimiento.

Al correr, los tobillos desempeñan una función fundamental en el gesto de la carrera y, por tal motivo, es importante conocer cómo prevenir los esguinces en esa zona: no corras por zonas irregulares si no estás acostumbrado a este tipo de superficie; fortalecé tus tobillos; elegí bien el calzado; no entrenes sin hacer previamente una entrada en calor; no usar, si no te lo pidió un médico, vendajes y tobilleras; y estirá antes de entrenar.

Rodilla del corredor:

Una de las causas más comunes de dolor en la zona lateral de las rodillas es el síndrome de fricción de la banda iliotibial o cintilla iliotibial, conocido comúnmente como rodilla del corredor.

El roce continuo del tendón de la banda iliotibial con el fémur provoca un dolor que comienza de manera gradual, generalmente a partir de los 10 o 15 minutos de ejercicio. Con el tiempo lleva a la imposibilidad de correr y, generalmente, mientras más bajos son los ritmos, mayor es el dolor.

La pronación, la asimetría de miembros inferiores y el acortamiento muscular de los flexores de cadera y del músculo tensor de la fascia lata, sumados a la debilidad de abductores y glúteos son algunos de los factores que favorecen este tipo de afección.